jueves, 30 de septiembre de 2021

PREVENCIÓN DEL BULLYING

 PREVENCIÓN DEL BULLYING 


Los padres, el personal educativo y otros adultos que se preocupan sobre el problema tienen un rol que desempeñar en la prevención del acoso. Ellos pueden:

Los niños que saben qué es el acoso pueden identificarlo mejor. Pueden hablar del acoso escolar si les sucede a ellos o a otros. Los niños necesitan conocer maneras de enfrentar de forma segura el acoso y cómo recibir ayuda.



DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTOS DEL BULLYING

 DIAGNOSTICO DEL BULLYING 


La detección del bullying es muy complicada ya que es muy frecuente que los niños lo oculten en el ambiente familiar y no pidan ayuda a nadie de su entorno. Por este motivo, sólo son detectados los casos que no se pueden ocultar por la gravedad de las lesiones o de los síntomas.

Para conseguirlo, los profesores o los padres deben tratar de reconocer una serie de indicadores y comportamientos que pueden llevar a la sospecha de un posible riesgo de maltrato o maltrato.

Hay determinados colectivos que son más propensos a sufrirlo como los homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales, que pueden padecer bullying homofóbico.

Los niños más vulnerables al bullying suelen ser percibidos como diferentes por el resto de niños, pueden ser obesos o muy delgados, padecen alguna discapacidad, utilizan gafas, aparatos dentales o ropa diferente del resto, son nuevos en la escuela, etc.

Los menores son incapaces de defenderse y el acosador los percibe como una persona débil, poco popular y con pocos amigos.

TRATAMIENTOS DEL BULLYING 

Para atajar el acoso escolar es necesario actuar en diferentes niveles, que se resumen en acabar con la situación que genera el acoso y atender adecuadamente a la víctima. En este segundo aspecto, el tratamiento dependerá de cada caso y requerirá el estudio individual del paciente y un abordaje conjunto por parte de diferentes especialistas.

Intervenir en todos los casos

La psiquiatra del Hospital Gregorio Marañón cree que hay que partir del reconocimiento de que es "un problema grave y hay que intervenir". Recuerda que hace no demasiado tiempo "se planteaba que era un problema de niños" al que se restaba importancia porque se aseguraba que no tenía repercusiones y se resolvía por sí mismo.

La intervención tiene que ser precoz y se realizará de forma individualizada. "En muchas situaciones es necesario modificar la estructura de la clase porque puede ser que esté fomentando el acoso; ahí pueden ayudar los profesores".

Otro punto importante es actuar sobre los alumnos implicados, tanto las víctimas como quienes les están acosando. "Hay que averiguar si las personas que están implicadas tienen algún tipo de dificultad adicional y les tenemos que ofrecer un apoyo complementario", expone la psiquiatra. "Puede ser de gran ayuda trabajar con los compañeros que están alrededor de las personas implicadas en el bullying, pero que no han participado directamente". Un objetivo fundamental es acabar con el muro de silencio que se levanta en torno a quienes sufren acoso escolar.

"Al final", concluye la especialista, "la idea es actuar de forma coordinada en todos los niveles: las familias, los colegios, salud mental, los alumnos... Proporcionarles el conocimiento adecuado  y promover desde el principio el respeto a la diversidad".




PREVALENCIA DEL BULLYING

 PREVALENCIA DEL BULLYING 


Es difícil estimar la prevalencia del acoso escolar, pero los expertos en la materia coinciden en señalar que se trata de un problema muy frecuente. "Se estima que entre un 15% y un 50% de los niños y los adolescentes pueden haber sido víctimas de acoso escolar en algún momento", señala Covadonga Díaz-Caneja, investigadora del Instituto de Psiquiatría del Hospital Universitario Gregorio Marañón. "Los datos de prevalencia son muy variables porque dependen mucho de los estudios y de los instrumentos que se utilicen. Hay medidas que se basan en lo que dice el alumno; en lo que dicen el resto de compañeros…". En todo caso, agrega, "la mayor parte de las personas tenemos riesgo de estar expuestas a este problema a lo largo de la vida".

Algunos colectivos son más vulnerables y tienen mayor riesgo de ser víctimas de acoso escolar. Son aquellas personas percibidas como diferentes, como los niños con discapacidad, trastornos del espectro autista (TEA)obesidad o dificultades de integración social.

las investigaciones que aportan porcentajes de víctimas y agresores de bullying y cyberbullying en Latinoamérica (2005-2018). Con esta finalidad se utilizan las principales bases de datos (Scopus, WebOfScience, ERIC). Se han encontrado 51 estudios, 35 sobre bullying, 10 de cyberbullying y 6 aportan información de ambas modalidades de acoso. Los resultados evidencian una alta prevalencia de bullying y, aunque en menor medida también de cyberbullying, en todos los países de Latinoamérica donde el fenómeno ha sido estudiado (Colombia, México, Argentina, Brasil, Bolivia, Perú, Chile, Nicaragua, Venezuela, Panamá, Ecuador, y Puerto Rico). La revisión confirma una significativa prevalencia de bullying ocasional/frecuente (víctimas 4.6%-50%; agresores 4%-34.9%) y de cyberbullying ocasional/frecuente (cibervíctimas 3.5%-17.5%; ciberagresores 2.5%-58%). La mayoría de los implicados son varones. El tipo de acoso más frecuente es el verbal, seguido del psicológico y el físico. Aunque el bullying cara-a-cara, especialmente la violencia física, disminuye con la edad, el cyberbullying sigue presente en la adolescencia tardía y la juventud. Entre las conductas de cyberbullying más frecuentes identificadas en esta revisión caben destacar: envío de mensajes desagradables, insultos, amenazas, realizar comentarios y hacer circular rumores para desprestigiar o ridiculizar a la víctima, difundir fotos y vídeos ofensivos para la víctima, robo de la contraseña… La magnitud de los datos epidemiológicos hallados en esta revisión enfatiza la necesidad de seguir investigando el tema, además de implementar programas de prevención/intervención del bullying/cyberbullying, durante la infancia, la adolescencia y la juventud.




CARACTERÍSTICAS DEL BULLYING

 


CARACTERÍSTICAS DEL BULLYING 

Las principales características del bullying son las siguientes:

  • Puede ser realizado por un individuo o un grupo de atacantes.
  • Suele practicarse por un período determinado.
  • El agresor tiene una sensación de superioridad, que es transmitida por la sumisión o el temor del individuo acosado.
  • Las formas más comunes en que se presenta son agresiones, amenazas insultos, juegos sucios, trampas, apodos, entre otros.

El acoso escolar es una forma de violencia entre compañeros en la que uno o varios alumnos molestan y agreden de manera constante y repetida a uno o varios compañeros, quienes no pueden defenderse de manera efectiva y generalmente están en una posición de desventaja o inferioridad.

Las características del acoso escolar son:

  • Intencionalidad
    Son actos premeditados con el fin de provocar daño o agredir a otro.
  • Persistencia
    Se trata de actos que se repiten y se prolongan durante un tiempo.
  • Asimetría de poder
    Existe un desequilibrio y desigualdad de fuerzas entre el abusador o abusadores y el abusado.
  • Naturaleza social del fenómeno
    Ocurre frente a otros compañeros, espectadores o cómplices que pueden legitimar el comportamiento del agresor o simplemente apoyar.
Una de las características claras del bullying es que lo suelen padecer víctimas reducidas ya sea física o socialmente a la indefensión, tanto por el abusivo como, a menudo, por el grupo que valida o celebra la conducta abusiva de éste. Esto sólo hace al bullying todavía más cruel, porque el grupo activa o pasivamente se ensaña contra un individuo sufriente.




SÍNTOMAS O EFECTOS DEL BULLYING

 SÍNTOMAS O EFECTOS DEL BULLYING 


Existen una serie de indicadores que el niño acosado puede presentar y alertar a los padres y profesores en caso de que esté sufriendo bullying escolar:

  • Problemas de memoria, dificultad en la concentración y atención y descenso del rendimiento escolar.
     
  • Depresiónansiedad, irritabilidad, falta de apetito, dolor de cabeza, malestar generalizado, cansancio, sensación de ahogo, etc.
     
  • Dificultades para dormir, pesadillas o insomnio.
     
  • Aislamiento social, apatía e introversión.
     
  • Mantenerse en estado de alerta de manera constante.
     
  • No querer ir al colegio, ni juntarse con otros niños.
     
  • Faltar al colegio de forma recurrente.
     
  • Sentimientos de culpa y asunción de responsabilidad de los hechos.
     
  • Conductas de huida y evitación.
     
  • Negación de los hechos e incongruencias.
     
  • Llanto incontrolado, respuestas emocionales extremas.
     
  • Miedo a perder el control o a estar solo.
     
  • Síntomas como temblores, palpitaciones, inquietud, nerviosismo, pesimismo, etc.
     
  • Ideas e intentos de suicidio.
  • Baja autoestima
  • Dolor de cabeza, dolor de estómago, cansancio o malos hábitos alimenticios
  • Faltar a la escuela, no estar a gusto en la escuela o tener un rendimiento más bajo que el que tenía antes
  • Conductas autodestructivas, como escaparse de la casa o hacerse daño a sí mismo
  • Pensamientos suicidas o intentos de suicidio
  • Lesiones sin explicación
  • Pérdida o daño en ropa, libros, dispositivos electrónicos o joyas/accesorios
  • Dificultad para dormir o pesadillas frecuentes
  • Pérdida abrupta de amigos o evitar situaciones sociales


miércoles, 29 de septiembre de 2021

ESTRATEGIAS PARA SOLUCIONAR EL BULLYING

ESTRATEGIAS PARA LA SOLUCIÓN DEL BULLYING 

Prevenir y solucionar situaciones de acoso escolar no es tarea sencilla: requiere de un estudio sistemática de los diferentes casos y los mecanismos a través de los cuales se produce para posteriormente elaborar estrategias que permitan que no aparezca el acoso o eliminarlo en los casos en que exista. Es necesario trabajar en profundidad y de forma constante diferentes aspectos.

A continuación reflejamos trece soluciones y estrategias útiles para luchar contra la lacra del acoso escolar.

1. Sensibilizar, concienciar y dotar de herramientas a la institución escolar y al cuerpo docente
Es necesario sensibilizar a las propias instituciones educativas y a los docentes, que en muchos casos carecen de suficientes conocimientos sobre el acoso escolar para poder detectarlo. Además aunque afortunadamente cada vez ocurre menos, en algunos casos se ignoran activamente las situaciones de acoso permitiendo su ocurrencia sin que tenga repercusiones (con frase como “son cosas de niños”).
Hacer reuniones formativas para los profesionales del centro, enseñarles a detectar casos e indicios de abuso y la importancia de actuar contra ello y elaborar o seguir protocolos al respecto es fundamental.

2. Involucrar al grupo clase
El grupo clase es el contexto donde habitualmente ocurren los actos de agresión, existiendo gran número de testigos del acto que presencian o incluso participan en la agresión. De hecho, a menudo el agresor repite el acoso ya que ello le proporciona aceptación o atención por parte del resto de sus iguales. Es por ello que es extremadamente importante trabajar con el conjunto del grupo clase para prevenir el bullying, haciendo que la reacción hacia el acoso sea negativa y no prosperen actitudes violentas e intolerantes.

3. No hacer del bullying un tabú
Es frecuente que se tenga al acoso escolar como un fenómeno desagradable del que no se suele hablar abiertamente y que se tiende a ocultar, pudiendo esto hacer que los propios alumnos no sepan reconocerlo. Para combatir este silencio es necesario hablar abiertamente de lo que supone el bullying organizando clases donde se hable respecto a éste, sus consecuencias tanto a corto como largo plazo y se planteen posibles medidas para evitarlo.

4. Educación emocional y educación en valores
Una de las formas más directas de prevenir actos de acoso escolar es mediante la aplicación de planes de acción tutorial en que tengan cabida elementos centrados en la educación emocional y en valores de los alumnos. Trabajar valores como la tolerancia o el respeto es fundamental, así como enseñar a gestionar y expresar las propias emociones (cosa que a su vez facilita la adquisición de la empatía). Un ejemplo de actividad que puede favorecerlo es mediante la representación teatral de diferentes situaciones, la visualización de películas que traten el tema en toda su crudeza o la discusión en torno a momentos o temas importantes para cada menor.
5. Realización de actividades cooperativas
Para despertar la empatía del grupo y favorecer que no florezca el acoso es de gran utilidad llevar a cabo actividades grupales en las que el conjunto de la clase tenga que trabajar junto, estableciendo relaciones entre ellos para lograr un objetivo común. La realización de juegos grupales o de proyectos en que se tengan que coordinar todos los componentes del grupo es un buen ejemplo de ello.

6. Evitar hacer mediación entre acosado y acosador
La idea de la mediación es una práctica de gran utilidad y muy positiva para hacer frente a conflictos mantenidos entre dos partes consideradas iguales entre sí. Sin embargo está contraindicada en casos de acoso escolar, ya que en esta situación existe una relación desigual entre agredido y agresor que no permitirá un correcto funcionamiento de la práctica.

7. Trabajo con la parte agredida
El sujeto agredido debe ser atendido de tal forma que no se sienta abandonado sino apoyado y acompañado, haciéndole ver que se están haciendo cosas para solucionar su situación. Es imprescindible que exprese sus emociones, sentimientos, pensamientos y dudas sin ponerlos en tela de juicio, mediante métodos como por ejemplo la silla vacía o juegos de role-playing.

8. Las familias: comunicación y participación
Las familias de los alumnos tienen también un importante papel a la hora de contribuir a detectar y tratar casos de acoso. Es imprescindible la existencia de una comunicación fluida entre la institución comunicativa y familiar, de tal modo que ambos núcleos tengan información respecto a la situación del menor. Asimismo, asesorar a las familias y enseñarles diferentes pautas educativas que puedan permiten mejorar la situación del menor (sea del agredido o del agresor) es de gran importancia. También puede ser necesario recurrir a la vía penal para resolver el caso.
9. Tener en cuenta a la parte agresora
Uno de los errores más comunes que se llevan a cabo durante las intervenciones en caso de acoso escolar es el hecho de centrarse únicamente en la parte agredida. Si bien se trata del elemento que mayor atención ha de recibir una vez establecido el acoso, también es necesario el trabajo con el agresor si queremos solucionar el caso de bullying y que cesen las agresiones. Es necesario hacerle ver las posibles consecuencias de sus actos (por ejemplo, haciéndole entender cómo debe sentirse la víctima) e intentar despertar en él empatía y compromiso.

10. Creación de métodos de denuncia anónima
A menudo muchos menores no se atreven o no quieren denunciar casos que han visto o vivido por miedo a posibles represalias o porque no quieren que se sepa que han sido ellos quienes han informado. Es necesario dejar claro a los menores que aquellos que denuncian el acoso escolar no son chivatos, sino que están colaborando para que una o varias personas dejen de sufrir sus efectos. En cualquier caso, resulta de gran utilidad crear métodos de denuncia anónima de tal manera que cualquiera pueda informar de un caso sin que se le pueda identificar. Un ejemplo es un buzón virtual de denuncia anónima.
11. Fijar protocolos y procedimientos de evaluación e intervención e incluirlos en el plan docente
Si bien hoy en día la mayoría de centros ya lo hace, es imprescindible que se dispongan de protocolos claros y concisos que expliquen qué procedimientos hay que llevar cabo en casos de acoso. También se recomienda el uso de test y encuestas de valoración como el CESC (Conducta y Experiencias Sociales en Clase).
12. Terapia psicológica
El uso de la terapia psicológica puede resultar fundamental para superar las consecuencias del acoso escolar, especialmente en lo que se refiere al sujeto agredido. Por este medio se pueden realizar diversas técnicas que contribuirán a aumentar la autoestima del afectado, enseñarle habilidades sociales y mecanismos para hacer frente a conflictos, ayudarle a expresarse y contribuir a que desaparezcan o disminuyan la apatía, ansiedad, sensaciones de indefensión y desesperanza o posibles trastornos depresivos o de personalidad derivados del bullying.
13. Hacer seguimiento
Aún si un caso parece resuelto, es necesario realizar un seguimiento continuado a lo largo del tiempo con el fin de comprobar que el acoso ha cesado por completo y no vuelve a repetirse, así como posibles consecuencias del acoso a medio y largo plazo. Establecer reuniones periódicas con el agredido y el agresor (por separado) al menos durante los tres meses posteriores al cese del acoso y mantener la comunicación con las familias es esencial.



CAUSAS Y CONSECUENCIAS DEL BULLYING

CAUSAS Y CONSECUENCIAS DEL BULLYING 


CAUSAS DEL BULLYING 

En el terreno familiar, el origen de la violencia en los chavales puede residir en la ausencia de un padre o en la presencia de un padre violento. Esa situación puede generar un comportamiento agresivo en los niños y llevarles a la violencia cuando son adolescentes. Además de eso, las tensiones matrimoniales, la situación socioeconómica o la mala organización en el hogar, también pueden contribuir a que los niños tengan una conducta agresiva.

En resumen, las causas del bullying pueden residir en los modelos educativos que son un referente para los niños, en la ausencia de valores, de límites y de reglas de convivencia; en recibir castigos a través de la violencia o la intimidación y en aprender a resolver los problemas y las dificultades con la violencia.

En cualquier caso, es importante estudiar el caso de que cada niño en concreto para comprender qué hay detrás de esa agresividad hacia algunos de sus compañeros. Dar apoyo desde la empatía es importante para acabar con las situaciones de acoso escolar.

Cuando un niño está expuesto constantemente a esas situaciones, acaba por registrar automáticamente todo en su memoria, pasando a exteriorizarlo cuando lo vea oportuno. Para el niño que practica el bullying, la violencia es solo un instrumento de intimidación. Para él, su actuación es correcta y, por lo tanto, no se autocondena, lo que no quiere decir que no sufra por ello.


                      CONSECUENCIAS DEL BULLYING                    

Las consecuencias del acoso escolar son muchas y profundas. Para la víctima de acoso escolar, las consecuencias se notan con una evidente baja autoestima, actitudes pasivas, trastornos emocionales, problemas psicosomáticos, depresión, ansiedad o pensamientos suicidas. También se suman a esta lista, la pérdida de interés por las cuestiones relativas a los estudios, lo que puede desencadenar una situación de fracaso escolar, así como la aparición de trastornos fóbicos de difícil resolución.

Todos los niños son distintos y es probable que muestren comportamientos diferentes durante o después de la intimidación por parte de un compañero. Por ello se debe tener en cuenta que la intimidación puede alargarse mucho en el tiempo antes de que los niños busquen ayuda.

Los efectos más comunes de la víctima de bullying son:

  • Aislamiento
  • Vergüenza
  • Alteraciones del sueño
  • Cambios en los hábitos alimentarios
  • Baja autoestima
  • Absentismo escolar
  • Ansiedad
  • Mojar la cama
  • Mayor riesgo de enfermedad
  • Síntomas psicosomáticos: dolor de estómago, dolor de cabeza, dolor muscular y otros síntomas físicos sin causa médica conocida.
  • Bajo rendimiento escolar
  • Depresión


TIPOS DE BULLYING

TIPOS DE BULLYING 


A continuación se presentan los diferentes tipos de bullying que existen:

  • Bullying verbal: se caracteriza por el empleo de insultos, burlas, apodos, chismes, rumores, amenazas y humillaciones que afectan psicológicamente al individuo y conllevan a la discriminación.
  • Bullying físico: es el más común entre los estudiantes. Incluye todo tipo de agresiones físicas como golpes, patadas o empujones que pueden ser ejecutadas por uno o varios agresores.​​​​​​​
  • Bullying social: es aquella que busca aislar o excluir al niño o adolescente de un grupo social. Esto lo logran a través de la discriminación social o económica, tratos indiferentes, entre otros.​​​​​​​
  • Ciberbullying: también conocida como ciberacoso. En este caso el agresor se vale de las redes sociales y de otros recursos tecnológicos para hostigar a la víctima y enviar mensajes falsos. Estos canales de comunicación son de amplio alcance y los mensajes se propagan mucho más rápido.​​​​​​​
  • Bullying sexual: se trata de un tipo de asedio de connotación sexual o abuso, en los casos más graves. En este caso, por lo general las niñas son las principales víctimas, así como los individuos homosexuales.Son todas las acciones que tienen que ver con los actos sexuales (como tocamientos no consentidos) o que se burlan de la orientación sexual de la víctima.
  • Bullying social: Este tipo de bullying se produce cuando el acosador decide aislar a su víctima difunde rumores, convence a otros niños para que no hablen con él o lo humillan en público para que el acosado se sienta aislado.
  • Bullying psicológico: En este caso existe una persecución, intimidación, tiranía, chantaje, manipulación y amenazas al otro. Son acciones que dañan la autoestima de la víctima y fomentan su sensación de temor, con el problema añadido que son las más difíciles de detectar por parte de profesores o padres porque son formas de acoso o exclusión que se llevan a cabo a espaldas de cualquier persona que pueda advertir la situación.

Este tipo de acoso está aumentando en los últimos años y se caracteriza porque, a menudo, los niños que sufren cyberbullying también son acosados en persona. Además, por las características de internet puede suceder 24 horas al día, 7 días a la semana y afectar al niño cuando está solo.

En el cyberbullying las imágenes y los mensajes pueden publicarse de forma anónima y llegar rápidamente a un gran número de personas. Estos mensajes inapropiados e hirientes son muy complicados de eliminar cuando ya están publicados.





 

HISTORIA DEL BULLYING

 HISTORIA DEL BULLYING 

El fenómeno como tal, seguramente debe haber existido desde el inicio de la era de las escuelas tal y como las conocemos en la actualidad. Fue durante el siglo XIX que surgió la idea de que los niños, de forma generalizada, debían asistir todos los días a la escuela. En México existen registros de que en el año de 1780 se inicio a gestar lo que hoy conocemos como escuela primaria, es decir, un espacio específico, con una distribución de tiempo apropiado, con grupos de alumnos de edades similares, con uno o más profesores preparados para ejercer esa actividad y con planes y programas de estudio cíclicos.

Es muy probable que justo desde esas fechas, al inicio de la etapa escolar de nuestro país, el acoso escolar se manifestara dentro de los recintos donde se recibía el conocimiento. Es muy simple, el fenómeno se desconocía y ninguna autoridad, bajo las formas de pensar de aquellos años, se interesaba por otra cosa que no fueran los conocimientos académicos, los cuales, por qué no decirlo, se impartían rigurosamente de forma memorística, es decir, se trataba de aprenderte mecánicamente todas las clases.

Los conflictos entre alumnos eran reprimidos con llamadas de atención o ignorados por considerarse juegos de niños.

De hecho en nuestro país, existía ¿O existe? La creencia de que era saludable dejar a los niños “endurecerse un poco” para que fueran conociendo “la realidad de la vida” y para que fueran aprendiendo a defenderse. Incluso los maestros de aquellos tiempos acostumbraban castigar actos de indisciplina poniendo motes humillantes, aplicando castigos físicos y dejando en evidencia a los alumnos acusados.

Existe muy poca información al respecto, es probable que nunca sepamos, de forma oficial, desde cuando se empezó a practicar el acoso escolar y tampoco podemos comparar las épocas de esos años con ahora. Sin embargo, de lo que sí estamos seguros, es que, en caso de existir víctimas de violencia y/o acoso escolar durante esos tiempos, su sufrimiento fue doble al no poder denunciarlo y no saber cómo se llamaba el tipo de agresión que recibía, ni de qué forma podían superarlo.


A pesar de que el bullying es un fenómeno que se ha empezado a estudiar como respuesta de la creciente violencia escolar, este comportamiento es tan rudimentario como el hombre mismo. La agresión como respuesta y la necesidad de marcar el control sobre un territorio ha sido algo que nos ha caracterizado como raza, y que de algún modo nos ha permitido evolucionar, aun cuando la violencia no sea la forma más adecuada para defenderse.

Por esta razón, es casi imposible determinar cuando surgió exactamente el acoso escolar, aunque nos atreveríamos a decir que surgió casi inmediatamente que se instalaron aulas de clase. El bullying, pues, es un fenómeno que sigue sucediendo a lo largo de muchos países del mundo.

Una de las personas que más investigaciones y estudios ha realizado para cambiar el bullying es el profesor Noruego Dan Olweus, quien abordó el caso de tres suicidios de alumnos en el norte de Noruega, ocurridos en 1982. Ciertamente el acoso escolar puede desembocar en una depresión que, a su vez, tenga como sendero contemplar el suicidio como medio fácil de salida.



¿QUE ES EL BULLYING?

¿QUÉ ES EL BULLYING?

El acoso escolar o bullying es la exposición que sufre un niño a daños físicos y psicológicos de forma intencionada y reiterada por parte de otro, o de un grupo de ellos, cuando acude al colegio. El acosador aprovecha un desequilibrio de poder que existe entre él y su víctima para conseguir un beneficio (material o no), mientras que el acosado se siente indefenso y puede desarrollar una serie de trastornos psicológicos que afectan directamente a su salud o incluso, en situaciones extremas, conductas auto destructivas.

El bullying escolar se suele producir durante el recreo, en la fila para entrar a clase, en los baños, los pasillos, los cambios de clase, al entrar y salir del centro, en el transporte escolar o en el comedor. También puede ocurrir en el aula, cuando el profesor está escribiendo en la pizarra o mientras está atendiendo a otros alumnos.


El bullying o acoso escolar se refiere a un tipo de comportamiento violento e intimidatorio que se ejerce de manera verbal, física o psicológica entre niños y adolescentes durante la etapa escolar.

Se trata de una serie de maltratos continuos que son llevados a cabo de manera intencional por uno o varios agresores, con el propósito de agredir, generar inseguridad o entorpecer su desenvolvimiento escolar de la víctima.

El bullying suele ser practicado contra niños o jóvenes que se caracterizan por ser sumisos, tener dificultades para defenderse, presentar baja autoestima, ser inseguros o porque se diferencian de sus compañeros por diversos motivos.
Este tipo de maltrato puede ocurrir en diferentes lugares, como en espacios públicos o parques, pero fundamentalmente está relacionado con el entorno escolar, por lo que afecta a niños y adolescentes en sus relaciones con sus compañeros de estudios.Generalmente, el bullying comienza con burlas que se van intensificando hasta que, en muchas ocasiones, derivan en agresiones físicas o verbales que, como consecuencia generan daños psicológicos y emocionales en el individuo afectado.
Asimismo, el bullying se relaciona con las dinámicas de abuso de poder, mediante las cuales un individuo humilla a otro para sentirse superior, para ello se vale de todo tipo de agresiones como burlas, insultos o maltratos físicos. Como resultado la víctima se siente temerosa de sus agresores y busca evitarlos.
Cabe destacar que las situaciones de acoso que tienen lugar fuera del entorno escolar, como en el trabajo, espacios de desenvolvimiento humano o episodios aislados de abuso, no se denominan bullying. En dichos casos, lo correcto sería hablar de intimidación, acoso, abuso, vejación o violación.




PREVENCIÓN DEL BULLYING

 PREVENCIÓN DEL BULLYING  Los padres, el personal educativo y otros adultos que se preocupan sobre el problema tienen un rol que desempeñar ...